miércoles, 25 de abril de 2007

Radiografia de un peruano fuera del Perú

Cuando un peruano se va al extranjero, se va casi siempre por un mismo motivo: la falta de trabajo.
Si se tiene un buen trabajo, se puede soportar los secuestros, los robos, la inseguridad; por lo positivo: estar en su tierra, con sus familiares, gozar de su comida, beber su cerveza, su pisco.
Esto es inapreciable y tiene un mayor valor cuando ya no se está en el Perú.
Al vivir en otro país, el peruano tiene que adecuarse a otras costumbres, al orden impuesto, a sentirse "encajonado", pero también a sentir el aprecio de otras culturas por lo peruano, por su comida en general, y empieza a sentirse orgulloso, sentimiento que antes no lo tenia claro. Estando afuera se siente más peruano; ironías del destino.Pero, no queda alli, empieza a trasladar lo suyo, se convierte, sino lo era, en un ferviente creyente del Señor de los Milagros, un asiduo concurrente de la iglesia cristiana, busca afanosamente su música.
Ubica los lugares de comida peruana, tanto es así, que apenas viene un familiar del Perú, afanosamente lo lleva a comer comida peruana.
Pareciera que, inconscientemente, quiere demostrar que tiene todo, que no puede extrañar nada. Si se pone a pensar, no es muy congruente, invitar a un familiar recién venido de Perú, comida peruana.
Me acuerdo, de un tio al que visité en Los Angeles, y él si la tenía clara, al encontrarnos me dijo que no iba a hacer como el resto de peruanos que invitaban comida peruana a un recién llegado, él me invitó una deliciosa comida mexicana.
Para el peruano que vive en el extranjero, el tiempo se detuvo el día que dejó al Perú, en los mejores restaurantes de la época, en la música de ese entonces.
Es por ello, que los cantantes, cómicos y hasta programas ("Risas y Salsas") sin mayor arraigo en la actualidad, son bien recibidos afuera. Eso ya lo han descubierto; por eso nuestros viejos artistas viajan a visitarlos.
Cuando un peruano regresa temporalmente al Perú, es notorio que va a querer visitar lugares que "ya fueron", que ya son historia. Hay anécdotas muy divertidas, como el caso de un familiar que regresó al Perú, después de 15 años y lo primero que hizo es desde el desayuno, tomar su cerveza, y así, estuvo todo el día. Decía, que allá no podía darse ese lujo.
Jorge
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